Apocrifario Epistolar

voyeurismo inocuo, se podría decir.

31.7.05

Sr. Papá Noel:

Aprovecho este momento de ocio para escribirle, puesto que sospecho que promediando el mes de noviembre estará usted muy ocupado leyendo cartas de todo el mundo. Yo me adelanto para hacerle el trabajo más sencillo, y además porque quiero estar segura de que recibirá mi carta con tiempo.
Para esta navidad quisiera:

-Una lupa en cada ojo, para poder ver y apreciar correctamente las pequeñas cosas.
-Un cenicero autolimpiante que haga volar las cenizas en remolino.
-Un faro conmigo ya arriba.
-Un barco con cuatro timones, uno por cada punto cardinal.
-Una tripulación.
-Un encuentro.
-Un pez chicle globo.
-Una planta de queso de rallar.

Atte. y con cariño
cronopio

30.7.05

Sr. Juez:

Esta es una carta desesperada desamparada descisiva despedazada despedida despiadada des-es-truc-tu-ra-da.
Dése, pues, cuenta, Sr. Juez, lo muy importante que es que Ud. la lea, aunque no diga nada más que idioteces sin sentido ni dirección, aunque sea una carta sin destino, sin destinatario, sin sobre, sin buzón, sin estampilla, sin estampa.
Es una carta de pedido. Y eso interprételo como quiera.
Nunca entendí por qué la gente le escribe, Sr. Juez. ¿Es Ud. un respetable Juez imaginario al que todos recurren cuando sienten que solo la justicia invisible podrá ayudarlos?
Ud. recibe constantemente cartas de suicidio, eso lo sé. Pero no crea que tengo esas intenciones. No comprendo cómo podría estar de ánimo para escribir en semejantes circunstancias. Cómo podría soportar la contradicción de la materialidad de las letras sobre el papel y su contenido lleno de oquedades metafísicas.
Por otra parte, comprendo que Ud. no es papá Noel, por lo cual no voy a pedirle una bicicleta y un trompo, como tenía pensado al comenzar a escribir.
Es más, no voy a pedirle nada.
Y tampoco sé a qué venía esta carta.

No obstante, saluda a Ud. muy atte.

J. P. Bulgario