Apocrifario Epistolar

voyeurismo inocuo, se podría decir.

24.11.05

Mensaje dejado en una bañera

Estimado hijo:

Basta de jugar a los autitos en el baño. Tus cochecitos se arruinan con el agua generándome dos problemas: comprarte nuevos y limpiar la bañera. ¿Sabés cuántas horas me pasé rasqueteando el óxido la última vez? ¿Tenés una idea de la guita que gasté en autitos de colección el año pasado?
De ahora en más te bañás con la puerta abierta.

Con todo el amor del (su) mundo.
Tu mamá.


P.D: sí, el amor de madre a veces nos condiciona.

5 Comments:

Blogger nji said...

pufff... lo que nos condiciona el amor... largo tema si los hay...

6:34 p. m.  
Blogger Unknown said...

Gran problema, sí.
Cordialmente,
Yo.

7:45 a. m.  
Blogger nji said...

El amor de padres debe ser de los más condicionantes... es increíble como lo configuran a uno, desde que uno nace como criatura indefensa hasta el final de sus días.
¿Y por qué resulta parecer TAN involuntario eso? después de todo... somos un producto de nuestros padres.

6:31 a. m.  
Blogger Pablo said...

pdría matar dos pájaros de untipo comprándole esos conchecitos que cambian de color al mojarse.

8:37 a. m.  
Blogger Unknown said...

No sé si la madre de mi carta lo había pensado.

7:21 p. m.  

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